LT10 durante la catástrofe: periodismo, seriedad y solidaridad
El gerente de la radio recuerda cómo fue organizar la transmisión ininterrumpida de esos trágicos días. El trabajo incansable de todo el personal, la atención a los oyentes, la mediación entre los necesitados y las almas solidarias. “No sólo hicimos radio: también hicimos historia”, dice Guillermo Álvarez.
“El día lunes (28 de abril de 2003) me llama un ministro de la provincia para decirme que las cosas venían mal, que si la radio podía ayudar haciendo una vigilia, porque había informaciones de que las cosas podrían complicarse durante la noche. De entrada dijimos ‘¡pero cómo no!’. Y desde esa tarde comenzamos a transmitir las 24 horas”. Quien habla es Guillermo Álvarez, gerente General de LT10. Junto a Fabián Mazzi, Ileana Hotschewer y Daniel Jovellano, el directivo de AM 1020 recordó esas duras jornadas de transmisión ininterrumpida, en la única radio de amplitud modulada de la ciudad en condiciones de salir al aire durante la peor catástrofe sufrida por Santa Fe.
Lo primero fue hacer previsiones desde planta transmisora y delinear los turnos del personal. Aunque esto último, por momentos, fue innecesario y casi imposible: “todos trabajaban codo a codo”, asegura Álvarez, y ejemplifica: “Los movileros tenían sus propias casas inundadas. Pilo Monzón y Gisela Vallone. Y (sin embargo) no podíamos conseguir que se fueran, que dejaran de trabajar. Yo les tenía que dar la orden, porque necesitábamos arrancar al día siguiente, organizarnos”.
La actividad y el estrés de esos días fue tal que hicieron falta psicólogos que fueran conteniendo a los periodistas, sensibilizados por la desesperante situación que vivía la ciudad y desbordados por la tarea minuto a minuto. Tarea que no sólo era la habitual, porque en coordinación con la Universidad Nacional del Litoral y la FUL, la radio se transformó en nexo entre damnificados y/o voluntarios, ayudó en la busca de las personas desencontradas, colaboró en la logística de centros de evacuados o de distribución. Se hizo cargo, en definitiva, de parte de las obligaciones que el Estado no supo o no pudo asumir.
“Esto marcó una forma de trabajo. Y a nosotros nos quedó la sensación de que no sólo hicimos radio, sino que también hicimos historia”, dice, satisfecho, Álvarez.
Mirá la entrevista completa a Guillermo Álvarez: