Como buena parte de un plantel que buscó siempre los brillos que lució sobre el final del 2015, Alan Ruiz y Víctor Figueroa mostraron este domingo gemas de lo que pueden dar a granel si se lo proponen. Y con eso, más el mérito que implica persistir hasta encontrar lo que se busca, el Colón de Franco se impuso con autoridad 2-1 ante un Arsenal que sólo dio batalla mientras ledio el "piné". Luego, hizo lo que pudo como un digno partenaire de un interesante espectáculo que tuvo a los Sabaleros como protagonistas principales.
El rojinegro estuvo a la altura de lo que le pedía el debut y de lo que exigía el rival. Disimuló carencias en retroceso. Exprimió virtudes ofensivas. Escondió defectos en la última línea, (con un siempre atento Broun). Fue feliz y también se lamentó, cuando Alan, el mejor jugador del estreno y goleador de la calurosa noche, puso mal la suela y vio irremediablemente la roja.
Ruiz se llevó los principales aplausos de la jornada... primero cuando transformó penal en gol (13´PT) luego de una infracción dudosa cometida por un defensor del “Arse” al propio “10”. Y fue el ex San Lorenzo quien recibió la gran ovación, cuando cerró la escena del segundo gol, luego de una gran combinación con Figueroa, para decretar el 2-0, a los 34 de la misma etapa.
Durante el trayecto al destino final, estuvo tan cerca Colón de ampliar como la visita de descontar, y pese al intenso calor, el cotejo fue entretenido, con llegadas claras y situaciones de gol concretas, hasta que a los 46´ Boghossian decoró el registro numérico del score.
¿Qué fue Colón en el inicio del torneo? Un equipo con puntos altos en campo rival, algunas mesetas en el medio y ciertos abismos en la última línea. Un conjunto de movimiento pendular medio histérico, que puede sorprender y ponerte de pie con una jugada preciosista o una falla inesperada que termine en gol visitante y el mencionado descuento que pudo traer más peligro, de no ser porque por suerte, para Colón, se produjo sobre el cierre de la contienda.
Está claro que la máquina rojinegra de la escudería Sabalera recién entró en movimiento. Habrá mucho que trabajar y “aceitar”. Aceleró y gustó, aunque mostró defectos en los “rebajes” y en “reversa”. Hay piezas que todavía crujen, no encastran y necesitan adaptación. Colón puso primera y está en carrera. Fue la competencia inaugural del calendario. Siempre es beneficioso largar ganando, fundamentalmente en tranquilidad. La gente se fue feliz.